Quitarse la vida es una fatalidad, cosas mejores están por venir

El suicidio en nuestra sociedad es la gran desconocida, la salud mental es “casi” un tabú”, a veces, he escuchado “aquella se mató”, “conozco a alguien que se mató”, se habla poco de suicidio, quizás en algunos colectivos, de hecho, la mayoría de las personas que tienen un problema de salud mental no-detectado, no saben que lo tienen ni siquiera sus familiares, ni pareja, ni personas allegadas, y en mi caso, fue así, desde los trece años hasta los veintitrés años. Nadie tiene culpa de lo sucedido. El karma está funcionando en esta realidad, y hay expertos que afirman como Mircea Eliade, el gran antropólogo de todos los tiempos, que “si te quitas la vida, te reencarnas en algo peor”.

Personalmente, cuando me detectaron el problema de salud mental controlado que tengo ahora, la familia fue un pilar fundamental para que yo saliera adelante. Gracias a la familia, yo pude afrontar las dificultades que tuve para salir adelante, y para “salir del pozo carcelario mental en el que estaba”, porque “era como una cárcel mental atrapado en una realidad inconsciente”.

Cuando me detectaron esta afección cognitiva y me medicaron, “se generó en mi persona una depresión inducida” y “comencé a tener ideas suicidas”. Estos “pensamientos vacíos de naturaleza suicida” fueron debidos a la elevada medicación que me dieron, fue inducido, “pensaba que era tonto y no era inteligente”, entonces le comuniqué a la primera doctora que me vio, María, si podía disminuirme poco a poco la medicación hasta que fuera “un tratamiento farmacoterapéutico”, y entonces, comencé a mejorar, aunque pasaron años hasta que dieron con la medicación adecuada.

En los peores momentos de “esta pequeña crisis suicida”, verbalicé a la familia todo, y la familia fue clave para que no llegara a más esta afección cognitiva. De hecho, con el tiempo, comencé a hablar con psicólogas-os, y me escucharon, pero la verdad de todo es “que yo finalmente encaucé mis pensamientos hacia cosas positivas y se me quitaron las tendencias suicidas” con la ayuda de la familia, de mi bagaje cultural, de apreciar la vida y de todos las profesionales de la salud mental con las que traté. En mi caso, las “tendencias suicidas” fueron una mezcla de acontecimientos: crisis depresiva y medicinas hicieron que las “cosas en mi mente se adulteraran y se negativizaran”, pero, la pregunta que formulo a los lectores, ¿Se podría haber evitado mi crisis cognitiva? Quizás, sí, lo mejor de todo que me he recuperado, y he seguido haciendo vida normal.

Evitar las tendencias suicidas es algo que se puede prevenir. Me gustaría comentarlas a las lectoras que una dosis de medicación inadecuada en salud mental puede llevar a tener “tendencias suicidas”, evitar las personas tóxicas es bueno, tener una alimentación equilbrada es bueno, hacer deporte, estar en contacto con la Naturaleza, evitar la ansiedad, aprender a meditar, hacer cosas que hacías en tu infancia mejora el TOC, hacer cosas que te gusten, y sobre todo, pensar en positivo, todo eso, podría hacer que mantengas una salud.

Como dato a estudiar, hay una investigador danés, Peter Götzsche, que afirma que solamente un 5% de las personas con problemas de salud mental, requieren de medicación, mientras que el porcentaje restante, el 95% de las personas están sobremedicadas o no necesitan medicación, sino terapia psicológica.

Actualmente, mi vida está normalizada, estudio y trabajo, y no he vuelto a tener tendencias suicidas desde hace once años. Me he apoyado también en dos personas muy amigas de verdad que me han ayudado durante más de cuatro años con relación a cosas en las que podía mejorar, y a salir adelante.